Whatsapp es uno de los ejemplos exitosos de empresas emergentes que supieron consolidarse en un enfoque de modelo de negocio 100% digital. La compañía supo adaptarse y anticiparse a la evolución del entorno, los comportamientos, las necesidades de los consumidores y las nuevas formas de comunicación. Gracias a un buen diseño estratégico, centrado en la innovación y la diferenciación, supieron mantener una ventaja competitiva sostenible a través de un modelo de desarrollo disruptivo. En una época en la que la comunicación mediante los SMS era muy costosa y los Blackberry eran tendencia, la compañía captó la necesidad de crear una manera fácil de comunicarse mediante el potencial que proporcionaban las aplicaciones móviles y la infraestructura digital de bajo coste. Fue tal el éxito de la empresa que Facebook, estuvo dispuesta a comprarla por la cantidad de 20.000 millones de dólares en 2014.
Actualmente, Whatsapp sigue siendo una de las herramientas principales de comunicación entre los ciudadanos. La empresa se ha posicionado y mantenido líder once años después, mediante actualizaciones constantes que se acomodan a las necesidades de los clientes. Además, ha sabido ajustarse al enfoque empresarial, ya que también suministra a las empresas una manera de hacer negocio a través de la difusión, la promoción y el marketing.
Como podemos ver, la visión tecnológica y la constante evolución de la app han proporcionado a la compañía un gran valor y usabilidad. Alterar significativamente las estructuras existentes de negocio y aprovechar los avances tecnológicos ha sido elemental a la hora de incrementar el crecimiento de la aplicación que revolucionó la comunicación entre las personas.
Bajo mi punto de vista, Whatsapp seguirá reinventándose y buscando nuevas maneras de diferenciarse ante la competencia. Posiblemente la venta de servicios adicionales o la venta de datos a diferentes entidades estará entre sus planes a la hora de buscar nuevas fuentes de ingresos. Aun así, la aplicación no deberá de olvidar la política de privacidad y seguridad en la que se basa su relación con los clientes, si quiere mantener la confianza de los usuarios.
